lunes, 4 de noviembre de 2013

calacas 2013

acabo de terminar la temporada de la fiesta de los muertos en México, y me zambullí en ella gozosamente como todos los años.
calavera de alambre y papel




catrinas de papel picado

 los preparativos para mí comienzan desde varios meses antes decidiendo los modelos de calaveras para la venta en alguna feria artesanal de las muchas que se organizan en esta época, doy los primeros pasos en la ardua labor de la producción artesanal tan agotadora como satisfactoria, se habla de la muerte , se dibuja a la muerte, se modela la muerte, se ofrenda a la muerte, se exhibe la muerte, todo entre papel picado, flores de intensos amarillos y rojos, entre días y noches instalando las ofrendas, las exposiciones, reencontrando a los que como uno esperan en sus talleres laborando callada pero intensamente para que en el torbellino de unos cuantos días se eleven como fuegos artificiales estallen iluminando la noche con millares de intensas luces para volver al silencio y a la labor callada un año más nutriendo con la conservación de los antiguos modos, iluminando con los modernos ojos, ofrendando corazones enamorados a la tierra, a la vida, a la muerte.

desbaratando la flor de zempasuchil para el tapete

la ofrenda